Málaga 15 de Septiembre de 2008
Se ha instalado en mi cerebro, se ha acomodado, parece ser que está muy a gusto y no se marcha. Algunos lo llaman confusión, otros, como yo, bruma, creo que lo define mejor. A mi no me gusta que viva dentro de mi y me esfuerzo continuamente por echarla, a lo más que llego es abrir la ventana, en esos momento entra el oxigeno, me siento más ágil, aprovecho y disfruto de la rapidez con que mi mente piensa; pero dura poco, bruma vuelve a cerrarle el postigo al aire limpio y se estira en el blando colchón de mi cerebro.
Apesar de ello, no me rindo y acometo el esfuerzo de pensar, invento alternativas a la tozudez de la incapacidad permanente y sueño con conseguir crear algo en los lapsus de tiempo en los que la bruma abre la ventana.
lunes, 15 de septiembre de 2008
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